En la actualidad, podemos afirmar que las due dilligence están en boga. Pese a la importancia que siempre han tenido en el sector inmobiliario, en los últimos años han empezado a ganar popularidad en el público en general debido a su vinculación con operaciones bastante mediáticas. Pero, ¿qué son realmente? y sobre todo: ¿cómo determinan la inversión? A continuación nos disponemos a aclarar estas dudas y a enfatizar la necesidad de organización y buena gestión de la información entre los promotores del sector inmobiliario; de cara precisamente a estas due dilligence.
Empecemos con una definición: según el diccionario económico del diario Expansión.com, el término diligencia debida o due dilligence, utilizado habitualmente en el ámbito de las adquisiciones empresariales, se refiere al “proceso de búsqueda de información sobre una empresa” e incluye aspectos como: su área de actividad; las posibilidades y perspectivas de futuro del negocio; y el estado de su activo y de su pasivo.
Por lo tanto, a través de las due dilligence se puede pretender obtener la información necesaria para valorar el precio final de una operación de adquisición de empresas; la posibilidad de exigencia de garantías o para detectar riesgos que conduzcan a dar marcha atrás en una compra.
¿Y aplicado al ámbito inmobiliario? Se trataría de que a través de las due dilligence exista un punto común entre todos los actores principales del sector, como pueden ser promotores, bancos o fondos de inversión, entre otros. Y este factor compartido es la transparencia en la gestión de los activos inmobiliarios, de manera que el promotor/inversor conozca en todo momento el estado de su inversión y los riesgos de la misma, lo que facilita la toma de decisiones acertada.
En este sentido, según la revista Observatorio Inmobiliario y de la construcción: “La Due Diligence técnica es el instrumento de diagnóstico fundamental que permite efectuar un “check-up” del activo en un momento dado, y por tanto evaluar las discrepancias entre el estado real del mismo y los requisitos mínimos establecidos por ley”.
Se trata de un proceso que puede resultar complejo y costoso, pero que se puede agilizar a través de herramientas de gestión de datos en tiempo real, como Sofia RTD. En este caso, la metodología propuesta por Sofia ayuda a la regulación de las operaciones y proyectos inmobiliarios, de manera que el propietario dispone de toda la información sobre sus proyectos (sobre la inversión, el mantenimiento, control de calidad, la producción de la construcción, etc.).
De este modo el inversor cuenta con un análisis completo de sus propiedades, que resulta necesario tanto para su proceso de explotación como para el de venta, en el que se precisará de la due dilligence.
Y es que en un mundo acelerado como en el que vivimos, es aconsejable ir un paso por delante y mantener la información sobre los proyectos actualizada y organizada, de manera que se pueda contar con acceso inmediato a datos reales para abordar cualquier tipo de situación, desde una inspección a una venta.
Una startup valenciana asegura que puede ahorrar hasta un 90% de los sobrecostes en proyectos inmobiliarios | Sofia
[…] La metodología propuesta por Sofia ayuda a la regulación de las operaciones y proyectos inmobiliarios, de manera que el propietario cuenta en todo momento con toda la información sobre cada proyecto. Se trata de un sistema que tiene como finalidad garantizar la transparencia en la gestión de proyectos inmobiliarios, de modo que se puedan evitar pérdidas económicas y/o productivas.En este sentido, esta transparencia se logra precisamente a través de la gestión de los datos estratégicos de los proyectos en tiempo real durante todo su ciclo de vida (desde el concepto hasta la finalización del proceso de explotación) para la toma de decisiones acertadas. En una primera fase, Sofia analiza una serie de KPI primarios (Key Performance Indicators o Indicadores de Rendimiento). Una vez finalizada pasa a un nivel secundario de información más detallada (inversión por capítulos, lotes o unidades de obra). Los KPI primarios generados por Sofia responden a la necesidad de contar con información sobre las diez áreas de responsabilidad del propietario en procesos de promoción o venta de inmuebles: inversión, legalidad, producción, plazos, seguridad y salud, calidad, sostenibilidad, riesgos, explotación y mantenimiento. De este modo, una vez finalizado el proyecto, el usuario de Sofia dispone de toda la huella digital del mismo para su uso en procesos de mantenimiento y/o venta del activo inmobiliario, cuando se precisa de una due diligence. […]
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