La dirección facultativa ya no sirve en el Siglo XXI porque no puede ir separada de la visión sistémica de lo que pasa a su alrededor
Hablamos con Jesús Martínez Almela sobre la necesidad de cambiar la forma de gestionar los proyectos
Ante el contexto de las sociedades del Siglo XXI, que Jesús Martínez Almela –vicepresidente de “Education, Training and Young Crew” de IPMA- describe como “volátil, incierto, complejo y ambigüo”, todas las organizaciones se ven obligadas a incorporar cambios en su actuación, “de lo contrario no sobrevivirán por mucho tiempo”, asegura Martínez. Estos cambios pasan por proyectizar sus estrategias alineando las operaciones con el manejo de su portfolio o cartera de proyectos. “Las operaciones son las que producen valor mientras que los proyectos son los que aportan valor, y el alineamiento de Operaciones y Proyectos nos permite innovar y aportar valor consiguiendo materializar los objetivos estratégicos, haciendo más con menos”.
Venimos de un modelo de atribuciones en el que se separaba el “proyecto”, siempre asociado al ingeniero o arquitecto, de su gestión y dirección. “La dirección facultativa ya no sirve en el Siglo XXI”, porque no puede ir separada de la visión sistémica de lo que pasa a su alrededor.
Teniendo en cuenta el largo ciclo de vida de un proyecto inmobiliario, vemos que en esos meses, o incluso años, también se producen numerosos cambios contextuales que no se pueden obviar. Si, por ejemplo, “no consideramos factores de sostenibilidad, tales como eficiencia y ahorro, impacto neutro CO2, costes de mantenimiento, el entregable puede ser técnicamente bueno, pero solo para el corto plazo”.
“El manejo adecuado y proactivo de la información es la base de la DP profesional”
De nada nos sirve disponer de información incorrecta o parcial, o fuera de tiempo y de contexto. “El manejo adecuado de la documentación como base de la información a través de los canales de comunicación son indicadores clave de la salud o riesgo del proyecto a través de sus ciclos de vida”.
Esta forma de actuar garantiza dos atributos básicos al director de proyectos competente: la proactividad y la prevención.
Las fases que deben incluirse en la Dirección de Proyectos
En todas las fases del ciclo de vida del proyecto “debemos administrar (procesos de proyectos), gestionar (personas o stakeholders) y dirigir”. La fase más crítica para Jesús Martínez, no obstante, es la de formulación o diseño de una idea en posible entregable.
Ya no se trata de hacer el estudio clásico de factibilidad basado en el modelo estático, sino que hoy contamos con herramientas más proactivas y predictivas que podemos utilizar en esta fase de formulación.
Lo complejo ahora es ser capaces de manejar la información que obtenemos a través de los sistemas informatizados en el momento oportuno.
“La única manera de conocer cómo vamos es manejar en tiempo real el estado de las fases del proyecto singular y como el proyecto está contribuyendo a materializar los objetivos estratégicos del programa o del portafolio asociado”.
Foto: Trinity Adam (Flickr)
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