Entendemos por cartera de proyectos la relación de todos aquellos proyectos o trabajos inmobiliarios que son agrupados para optimizar su gestión y alcanzar los objetivos estratégicos de un negocio. El objetivo de trabajar con una Cartera de Proyectos (Project Portfolio Management - PPM) es agrupar una serie de proyectos individuales que comparten: estrategia, dirección, desarrollo, comunicación y riesgos.
Conviene establecer una diferenciación entre proyecto inmobiliario, programa y portfolio o cartera de proyectos. Los primeros atienden a cualquier nueva actuación inmobiliaria con un inicio y un fin marcado y que responde a unos objetivos definidos y de carácter único. Los programas, por su parte, se definen como una agrupación de proyectos relacionados entre sí y que pueden ser ejecutados de forma secuencial o paralela. Por último, la cartera de proyectos respondería, como ya hemos comentado, a la relación entre los distintos proyectos marcada por un cliente, una tecnología o un recurso en común concreto.
¿Cómo se implementa una cartera de proyectos?
En esta tarea aplicaremos un modelo de madurez en Dirección de Proyectos a toda la organización. Modelo compuesto por cinco niveles:
- Nivel 1: Lenguaje común
- Nivel 2: Procesos comunes.
- Nivel 3: Metodología propia.
- Nivel 4: Benchmarking
- Nivel 5: Mejora continua.
¿Cómo se gestiona una cartera de proyectos?
Una vez que un promotor o cualquier otro agente inmobiliario alcanza envergadura, habrá dado forma a una nutrida cartera de proyectos. Es el momento de profundizar en el concepto de la gestión de la cartera de proyectos, que no es más que la puesta en marcha de la estrategia y el análisis de proyectos en una organización. En relación a este concepto, el promotor ha de atender a los siguientes puntos:
- Admisiones de nuevos proyectos. La existencia de una cartera de proyectos permite poder comparar los nuevos con los ya existentes para poder optimizar procesos, capital humano, tiempos o inversiones.
- Establecimiento de prioridades. Fruto de la comparación y de poseer una huella digital de proyectos anteriores, el promotor tendrá la suficiente información para poder establecer ciertas prioridades.
- Optimización de los recursos financieros. El análisis de la cartera en términos financieros va a ayudar a definir una hoja de ruta optima en vista a maximizar los beneficios en la organización. Evitar sobrecostes es un valor fundamental si tenemos en cuenta la actual coyuntura económica en España.
- Elección de un software o herramienta que permita controlar y estandarizar todos los procesos. Cualquier director de proyecto o project manager desearía contar con una herramienta que le ayudara en la gestión de proyectos inmobiliarios, y aquí es donde entra Sofia RTD, el mejor compañero de viaje para estos profesionales del sector de la construcción. Sofia presenta a través de un cuadro de mando integral (balanced scoreboard) toda la información de un proyecto o cartera de proyectos en tiempo real. Se trata de un software que es a la par información y conocimiento, conceptos claves para alcanzar los objetivos y cumplir con todas las obligaciones contraídas.
Como conclusión, el fin último de la gestión de la cartera de proyectos es que todos los proyectos lleguen a buen puerto y alcancen los objetivos o compromisos marcados en el inicio. Sofia es un valor seguro y el medio para convencer a bancos, fondos de inversión, instituciones públicas o promotoras, de que sus recursos serán empleados siguiendo un análisis y una estrategia profesional y adaptada a las exigencias de los nuevos tiempos. En definitiva una estrategia que genera confianza y la percepción de que la gestión inmobiliaria es transparente.