Ya son muchos los indicios que llevan a pensar que el sector inmobiliario en España ha empezado a despertar del profundo sueño en el que llevaba tiempo sumido.
Parece que la tormenta ha pasado, y algunos señalan a los nuevos inversores como encargados del resurgir del mercado inmobiliario, gracias a su inyección de liquidez y su contribución al saneamiento del sector.
Hablamos de los que se han definido como actores del mercado inmobiliario durante este último año: los fondos de Inversión (hedge funds), los fondos de activos bancarios (FAB), capital riesgo (private equity), family offices y las SOCIMIs.
No obstante, para este artículo nos centraremos en las últimas, las Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario o SOCIMIs que, a diferencia de algunos de ellos, serán actores del sector a medio y largo plazo.
Estas sociedades de inversión se han convertido en las principales protagonistas, debido en parte a las sonadas operaciones que han realizado a lo largo del último año. Se trataría del equivalente, en España, de la figura internacional del REIT (Real Estate Investment Trust).
Y es que un porcentaje elevado de los inmuebles en los que invierten estos actores están destinados al arrendamiento. De hecho, al menos un 80% de sus activos deben ser inmuebles dedicados al alquiler o participantes en otras SOCIMIs y deben permanecer al menos 3 años en el activo de la empresa.
Hasta el momento, son siete las SOCIMIs que han debutado en bolsa en los últimos años, tres en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB): Entrecampos, Mercal y Promorent; y otras cuatro en el continuo: Lar España, Merlin Properties, Hispania y Axia.

A este respecto, el 27 de febrero de este mismo año en el blog de fotocasa.com hablaban de las SOCIMIs como “nuevo instrumento de inversión inmobiliaria” y un “camino de entrada para inversores españoles y extranjeros”.
Fiscalidad, liquidez y regulación, además de control desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) son algunas de las características de las SOCIMIs. “Ingredientes muy relevantes”- apuntaban desde fotocasa- “en un mercado al que, muchas veces, se le ha tachado de falta de transparencia”.
En este sentido, el blog indicaba que “la nueva regulación de estos instrumentos financieros los hace más transparentes”. “De hecho, la obligatoriedad de repartir dividendo entre sus accionistas y la transparencia son los aspectos más valorados”.

Precisamente, en la búsqueda y consecución de transparencia en todos los sentidos contribuyen sistemas de gestión de portfolio como Sofia RTD. Para ello, es fundamental que hoy en día existan en el mercado productos y servicios que respondan a las necesidades de estos motores del mercado inmobiliario.
Con Sofia RTD se mide, por ejemplo, la distribución de la inversión, el estado de los contratos y la inversión acumulada, como muestra la gráfica. Cuestiones que le aportan al promotor inmobiliario un valor añadido fundamental y que contribuyen, como decíamos, a dar con la ansiada transparencia.
En definitiva, Sofia RTD identifica cuáles son los objetivos y las responsabilidades de estos actores, utilizando la tecnología como elemento diferenciador para la realización de los mismos.